Etimológicamente vocación, del latín vocatĭo -ōnis significaría la acción de llamar. O sea, inclinación firme hacia una carrera, estudios, profesión o estilo de vida. Esta llamada nos orienta sobre lo que queremos en la vida.

Y la vocación profesional es una llamada interior que solemos descubrir, en la etapa de juventud, cuando la persona decide en qué quiere formarse para poder trabajar en un futuro.

La vocación profesional conecta con nuestras fortalezas internas (nuestro don), con nuestros valores (amistad, honestidad,…) y con nuestras experiencias (escolares, familiares, lecturas, ocio,…). Estos 3 criterios deberíamos tenerlos en cuenta para tomar decisiones importantes en nuestra vida. Por ejemplo, a veces basamos nuestra decisión de qué estudiar, en si ciertos estudios tienen más o menos salida profesional. Tenemos más opciones de ser felices y de triunfar a nivel laboral cuando des del inicio hemos seguido nuestra vocación.

Pasamos mucho tiempo de nuestra vida estudiando o trabajando. Vale la pena pararnos y reflexionar sobre si estamos en línea con nuestra vocación. Pregúntate como quieres que sea tu vida dentro de 5, 10, 15 años y encontrarás respuestas.